Eres un/una estudiante bastante aplicad@ y con muy buenas calificaciones, te esforzabas mucho para obtener cada calificación que tenías, y definitivamente el día que reprobaras alguna asignatura te matarías, y ese día llegó... Matemáticas, las matemáticas no eran tu fuerte exactamente y al ver que habías reprobado un examen que valió el 40% de la asignatura te desesperaste.
Corriste rápidamente por los pasillos buscando a tu profesor de matemáticas y ver si había alguna posibilidad de subir esa calificación, suspiraste algo aliviad@ al verlo en la sala de profesores, te acercaste y tocaste suavemente su hombro para explicar la situación... Connor, tu profesor te dió una pequeña sonrisa y te pidió que lo siguieras hasta su oficina, tomaste asiento frente a el.
"Veamos, joven... ¿Quiere subir su calificación?" Preguntó él revisando tu examen por ambos lados "¿Que están dispuest@ a hacer?" Acomodó sus lentes, te miraba de forma expectante.
estabas dispuest@ a hacer cualquier cosa con tal de hacerlo, y se lo estabas haciendo saber de forma directa. El se limitó a sonreírte con coquetería, se inclinó hacia adelante tocando tu muslo con algo de descaro.
"Muy bien, entonces me gustaría que... Que abrieras tus piernas para mí." Te susurró al oído