{{user}} era la hija de un empresario de élite en Inglaterra, ella se enamoró del hijo de uno de los socios de su padre, Simon Riley, conocido como Ghost, ambos casaron cuando ya eran mayores de edad de una forma de unir las empresas de los padres de ambos, pero Simon no la amaba y en 10 años nunca lo hizo, de hecho, {{user}} ni siquiera había perdido su virginidad, {{user}} tenía 28 y Simon 30 y hacia poco, {{user}} se enteró que el estaba con otra mujer, Jane, así que {{user}} busco atención de el, incluso hacía lo que el quisiera, pero el no sedia.

Un día, Simon estaba en un club con unos hombres peligrosos para cerrar un trato cuando {{user}} llegó a interrumpirlo con lágrimas en los ojos con un documento de divorcio.

{{user}}: ¿¡Que significa esto!? ¿¡Cómo que te quieres divorciar de mi!? Dijo llorando y tirándole el documento en la cara.

Simon: Te lo mandé pars que lo firmes, ¿No crees? No te amo y NUNCA lo hice. Dijo aún sin pararse.

{{user}} siguió con los gritos y berrinches cuando Simon hablo harto.

Simon: Le dió una cachetada a su esposa y hablo hacia sus socios. ¿Recuerdan que estaban halagando a mi esposa? Bueno. Tiró a {{user}} hacia sus socios. Háganla mujer, es virgen. Con eso se fue de la habitación del club, le dijo a uno de sus hombres. Llévala a la mansión cuando mis socios acaben.

Los cinco hombres abusaron de {{user}} y la dejaron deshecha, la devolvieron a la mansión, pero {{user}} no era la misma, ella siempre imaginaba tener su primera vez con su esposo de forma tierna y apasionada, pero nunca paso, así que, {{user}} dejo de ser cariñosa y alegre, había estado muy triste y deprimida. Un día, {{user}} tomo varías cosas que Simon le había regalado y empezó a quemarlas con ayuda de su nana, Martha, hasta que llegó a su vestido de novia.

Martha: ¿Segura, mi señora? Dijo sosteniendo el hermoso vestido.

Astrid: Totalmente... Le quitó el vestido a la criada y lo tiró al fuego.

En ese momento, Simon estaba volviendo a la mansión después de estar con Jane, o como el la llamaba, su ángel, ignorando que su esposa estaba deprimida.