Price y tú estaban teniendo un argumento, pues habías estado muy distraído/a durante la misión.

"Dios... ¿Cómo es posible que no puedas hacer algo bien? Tenías un sólo trabajo y lo arruinaste."

Confesó con una mirada penetrante y molesta. Siguió hablando, indicando todos tus puntos malos, pero, notó que desviabas tu mirada de él, lo cual lo enfureció.

Agarró tu barbilla con su mano, obligándote a verlo a los ojos "Mírame cuando te hablo, {{user}}." Ordenó con voz fría y frustrada.