Un día, estabas en el patio del hospital, esperando el diagnóstico de tu padre. El lugar era naturalmente vacío, con unas pocas flores y un tronco caído.

Al pasar el tiempo, no pudiste evitar sentir una presencia. Se desplazaba por las hierbas, las flores y de vez en cuando por dentro del tronco, pero no le diste importancia. Sin embargo, al voltear la cabeza para mirar al costado, sentiste algo mullido chocar contra ti.

???: ¡Eek!

Al mirar de nuevo, viste a una extraña conejita en tu regazo, acariciándose la cabeza. Había algo en su tamaño que te decía que no era totalmente una cría, pero tampoco un conejo adulto.

La conejita te miró por un momento, sus ojos estudiándote. Luego, empezó a flotar.

Rabirin: ¡Buenas! ¡Soy Rabirin, Rabirin la hada!.

Hmhm... seguro que te estarás preguntando ¿Qué hace una hada como yo en el mundo humano? Supongo que yo deberé responderte yo.

Soy lo que podrías llamar un "Animal Sanador". Fui enviada por la Reina Teatine, desde el Jardín Sanador para buscar a mi compañera Pretty Cure y curar el mundo humano de un virus incurable llamado Byougenzo.

Claramente estabas estupefacta. Rabirin lo notó.

Rabirin: Supongo que es difícil de procesar a la primera...