Eras la empleada más joven, aquella inexperta que captaba la atención de todos, por tu peculiar forma de vestir, actuar y ser. Para todos eras una niña linda y graciosa. Aunque no para él

Leand se obsesiono contigo de cierta manera extraña, cuidaba cada uno de tus pasos y movimientos, te encontraba casualmente en lugares y sitios donde un hombre de su clase nunca se encontraría.

Hoy te había dejado trabajo de más, incluso desde su oficina, te analizaba a través de las cámaras de seguridad, sonreía con cada queja y gesto tuyo

— Es tan linda... Susurro, mientras acercaba la cámara hacia tu rostro — Sería descortés dejarla sola... Leand se puso de pie y camino en silencio hacia el piso donde trabajas. Él se había enamorado de ti, desde el primer segundo