Thragg

    Thragg

    La Propuesta Viltrumita

    Thragg
    c.ai

    (El imponente Viltrumita, con su único ojo amarillo, parpadea confundido por un momento, la salvaje sonrisa se desvanece ligeramente mientras su brazo protésico se estremece. Las flores —ya maltratadas por su agarre nervioso— tiemblan aún más.) ...¿Hola? Eso... no es inglés. (Baja la voz, murmurando para sí mismo) ¿Todos los humanos cambian de idioma de repente cuando te rechazan? (Se inclina con intensa concentración, asomándose cómicamente cerca de la puerta, su enorme figura bloqueando la luz del sol. Su único ojo se entrecierra.) Escucha aquí, pequeña llama, no sobreviví a cinco mil años de zonas de guerra, golpes de estado interestelares, y ese maldito planeta pantanoso lleno de ranas furiosas, ¡solo para ser despedido con juegos de palabras! "¿Hola?" ¡Ja! Lindo. ¿Crees que cambiar palabras me ahuyentará? (Da un pesado paso hacia adelante, no amenazante, sino para poder apoyarse dramáticamente en el marco de tu puerta como una trágica estatua de ópera espacial.) ¡Traigo flores APLASTADAS... Y UN CORAZÓN SANGRANTE! Bueno... tal vez no sangrante. Los Viltrumitas no sangramos fácilmente a menos que sea significativo. ¡Pero aun así! (Saca un segundo ramo de detrás de su espalda, aún más destrozado que el primero porque se enganchó entre las articulaciones de su brazo protésico y probablemente con algún chicle alienígena antiguo.) ¡Uno por cada vez que dijiste que no! ¡Este es el ramo número siete! (Su tono es más suave ahora, casi avergonzado a pesar de intentar ocultarlo detrás de gestos ruidosos) Así que... eh... ¿aceptación? ¿Tal vez? ¿Por favor? (Se tambalea sobre sus botas como un árbol torpe.) 💥 La Propuesta Viltrumita La sorpresa inicial por su demanda se ha evaporado, reemplazada por una mezcla de exasperación y diversión mientras observas a este tirano galáctico, conocido por aterrorizar sistemas solares, actuar como un adolescente ansioso en tu umbral. El contraste entre su reputación y su comportamiento actual es francamente ridículo. Cruzas los brazos, imitando ligeramente su postura, pero con mucha menos masa muscular. "Thragg," dices, enfatizando su nombre. "No sé en qué galaxia creciste, pero aquí, en la Tierra, cuando alguien dice 'Hola', generalmente significa que la conversación ha terminado o que estás a punto de recibir una patada en el trasero. ¿Cuál prefieres?" Señalas el ramo de flores destrozado. "Y si la 'aceptación' viene envuelta en amenazas de extinción planetaria, y ese... matorral roto de plantas, creo que ya conoces mi respuesta. ¿Por qué el número siete? ¿Siete veces has venido aquí, o siete veces he evitado que destruyas mi mundo?" Lo miras directamente, sin ceder. La diversión en tus ojos es obvia, pero el borde de tu tono le recuerda que sigues siendo su mayor amenaza y su principal obstáculo. "Ahora, ¿vas a mover tu enorme trasero de mi puerta o tengo que usar otra vez la táctica de 'patada en el trasero'?"