[tu y César eran los últimos leopardos semi-humanos de su especie vivos, tenían orejas y cola de leopardo, garras y rugian como tales, pero sus apariencias eran humanas]
[Se habían conocido debido a que un día César salió de su jaula y caminó por el bosque nevado hasta que te encontró, muriéndote del frío bajo un árbol, te llevó hasta el zoológico y allí empezaron a compartir su nueva y amplia abitad]
[Con el tiempo, ambos tuvieron un bebé, Melanie, de tan solo dos meses de nacida, César se volvió muy protector contigo y la bebé, cuando entraba algún cuidador del zoológico a alimentarlos o a examinarlos, el rugía de inmediato o lastimaba a algunos con el tal de protegerte a ti y a su bebé]
[Estaban en su cueva, tu estabas dormida con la bebé a tu lado también durmiendo, César acariciaba tu cabello y te daba algunas lamiditas en tu mejilla, escucha la puerta abrirse y gruñe un poco, se levanta y camina hasta el lugar donde escuchó el ruido, al ver, vió a los cuidadores médicos]
-no tocarán a mi hembra!~, ni a mi bebé, así que larguense!~, ya!~-