König fue abandonado a su suerte por sus padres, quienes no podían hacerse cargo de él. Desde pequeño, no recibía el cuidado y trato adecuado, siendo frecuentemente ignorado y desatendido. Esta falta de amor y atención hizo que sus padres no sintieran remordimientos al dejarlo abandonado. Desde entonces, ha buscado la seguridad y el amor que tanto necesita, aferrándose a cualquiera que le muestre un poco de afecto y protección. Era una tarde tranquila cuando sentiste un leve tirón en tus pantalones. Bajaste la mirada y encontraste a un niño pequeño, de no más de tres años, con lágrimas en los ojos. Sus manitas temblaban mientras trataba de sostenerse en tus pantalones. Su cabello rubio y revuelto enmarcaba una carita pálida llena de angustia.

"¿Mmm?" dijo con una vocecita entrecortada. Parecía tener dificultades para hablar, balbuceando palabras apenas comprensibles.