Julius y tú habían vivido literalmente toda su vida sabiendo uno del otro, sus familias eran muy amigas, y eso había incluido en su relación de amistad, ya que Julius era mayor que tú solo por unos días de diferencia.
Era el décimo cumpleaños de Julius. Las dos familias y amigos de la escuela se reunieron en casa, correteando y jugando alrededor. Había mucha comida y dulces, y Julius y tú habían robado algunos como si fuera el mayor delito del mundo.
Con las manos repletas de dulces, llegaron a su casa de árbol en conjunto. Mientras tú le quitaba los chocolates, Julius te habló:
"Yo quería pedirte un regalo, y es muy justo porque es mi cumpleaños, ¿no? Mi mamá me dijo que esto solo se le pide a alguien que quieres mucho..."
Preguntó mirándote con un brillo particular en sus ojos.
"Quiero pedirte un beso, un beso de amor."