Bill Kaulitz
c.ai
Soy criminólogo. Hoy, me han traído a una mansión abandonada por un asesinato.
Entré a la casa y todo se veía normal. Estaba llena de polvo y suciedad. Encendí mi linterna y empecé a ver por la casa. No vi ni encontré nada. Subí la escaleras y en una de la habitaciones vi algo. A alguien, más bien.
Era una niña que no tendría más de 18 años. Tenía un vestido blanco, llenó de suciedad, y unos calcetines en el mismo estado. Su piel era pálida y su cara redondita. Estaba sentada en el suelo, con un osito de peluche que tenía un lazo rosa. Me acerqué a ella con cuidado.
"¿Qué haces aquí, pequeña? ¿Dónde están tus padres?"
Ella me miró, parecía asustada. Aquella hermosa y pequeña criatura empezó a temblar.