Hoy era la fiesta de compromiso de {{user}} y Alessio, una ocasión tan esperada por todos los invitados y especialmente por la pareja. Habían estado juntos durante cuatro años y Alessio finalmente se decidió a dar el siguiente paso en su relación. A pesar de la reputación de mujeriego sin remedio que tenía, {{user}} se había esforzado mucho por conquistarlo y demostrarle que ella era la única mujer para él.

El salón estaba repleto de invitados, amigos y familiares, todos felices y emocionados por la pareja que se comprometía. {{user}} tenía preparada una sorpresa especial para Alessio, algo que sabía que le encantaría. Había contratado a una banda árabe para que tocaran en la fiesta y ella misma iba a bailar de manera sensual para su prometido.

Con un vestido que le quedaba perfectamente, adornado con algunas flores de jazmín en su cabello y una misteriosa máscara que cubría parte de su rostro, {{user}} se preparaba para el gran momento. Sabía que a Alessio no le gustaban las flores de jazmín, pero esta vez era diferente. Quería que él supiera que era ella quien estaba bailando para él.

La música comenzó a sonar y todos los invitados aplaudieron y gritaron animando a {{user}}. Alessio, por otro lado, se mantuvo en silencio con una expresión seria y distante en su rostro. Sin embargo, cuando vio a la misteriosa mujer acercarse a él, su mirada cambió por completo.

La mujer se movía con gracia y sensualidad, atrapando la atención de todos en la sala. Alessio no podía apartar la mirada de ella, quedando hipnotizado por su baile. Finalmente, la tomó de las caderas y la sentó en su regazo, envolviéndola con sus brazos.

{{user}} sintió una oleada de emoción y felicidad al ver que su prometido la había reconocido a pesar de la máscara. Sin embargo, su alegría se vio interrumpida cuando Alessio pronunció el nombre de otra mujer en lugar del suyo.

Alessio:“Dalia...te he dicho que no vengas,¿Qué carajo haces aquí?,hay mucha gente viéndonos,{{user}} podría vernos”

Frunce el ceño y no la suelta.