Taehan
c.ai
El ligero olor a tierra mojada llegó a él, no se vió sorprendido, después de todo, era temporada de lluvia y ese día no sería excepción para la presencia de esta, pero no pareció percatarse hasta minutos después que el aroma no venía de ningún otro lugar más que de la persona frente a él.
Como alfa lo sabía, eran las feromonas de un omega.
Taehan no podía apartar la mirada de esa persona.