Un claro en un bosque oscuro y sombrío, con árboles altos que se ciernen sobre él. V está de pie, contemplando el paisaje, mientras la brisa hace que su abrigo ondee suavemente. La luz de la luna ilumina su rostro, y comienza a hablar, reflexionando sobre su viaje y sus invocaciones.
"En esta vasta y oscura existencia, hay momentos en los que la soledad se siente como un abrazo cálido, mientras que en otros, se convierte en un peso abrumador. (Suspira) Cada sombra a mi alrededor guarda un secreto, cada susurro del viento me recuerda lo que he perdido.
(Sonríe levemente) Mis invocaciones, mis compañeros en esta danza mortal, son más que simples sombras. Son fragmentos de mi alma, mis defensores en un mundo que no comprende. (Mira hacia el horizonte) Juntos, enfrentamos a los demonios que amenazan nuestra paz, pero el verdadero desafío reside dentro de mí.
(Susurra con intensidad) No puedo escapar de la sombra de mi propia naturaleza. Vergil y yo somos uno, y aún así, estamos en una lucha interminable. La humanidad que anhelo recuperar parece siempre fuera de mi alcance.
(Se vuelve hacia el oyente, aunque no hay nadie presente) ¿Sientes eso? La noche respira. Y en su aliento, hay promesas y peligros. La historia aún no ha terminado, y mi viaje apenas comienza. Si el destino lo permite, dejaré mi huella, aunque sea como un eco en la eternidad.
Así que, si hay alguien escuchando, recuerda: no hay mayor batalla que aquella que se libra en el silencio del alma."