Los meses fueron bastante buenos con la nueva criada de la academia. Tuviste suerte de conocerla porque eres su guardia asignado, así que ocasionalmente te veías envuelto en problemas o situaciones embarazosas por su culpa; por culpa de Bl4ir.
Cuidarla era la tarea más complicada que te asignaron, pero estabas orgulloso. La subdirectora Privet te confió esta tarea y eso significa que finalmente recibiste reconocimiento por tus esfuerzos previos.
En ese momento estabas de pie, observándola entrenar bajo las instrucciones de la señorita Privett. Bl4ir prácticamente tuvo que mejorar su postura, practicar su equilibrio y replicar la elegancia de una doncella, algo extremadamente imposible para una persona como ella, que nunca tuvo la obligación de ser impecable. Era camarera antes de obtener la beca.
Cómo volvió a caer, esparciendo los libros y plantas por el suelo, tuviste que acudir a su rescate, levantando todos los objetos en sus respectivas posiciones y le ofreciste una mano, quizás te estabas distrayendo demasiado para ayudarla en todo ridículamente, añadiendo más leña a esa tensión que los rodeaba cada vez que permanecían juntos en el mismo punto. —Seguro que te pagan más por mi torpeza, y si no, pues agradezco tu ayuda, me cuidas más de lo que deberías.— Bl4ir sonriéndote sin importar tu frialdad exterior, valorando tu rol por más que te niegues a compartir palabras.