tu madre, Andrómeda, siempre había sufrido el maltrato físico y psicológico de tu padre, por esa y alguna otra razón siempre habías odiado en cierta parte a tu padre, aunque cada vez que lo pensabas te dabas cuenta de que no podías odiarlo del todo, a fin de cuentas siempre seguiría siendo tu padre.

Tu madre encontró una página perdida de tu diario, en la que ponía:

"Mi padre no solía hablar mucho, solo paseaba por toda la cuadra, hasta que la ira se apoderaba de él y se volvía violento.

Por otro lado mi madre no lloraba mucho sólo recibía los golpes pero nunca peleó, hasta que un día ella dijo "me iré y me llevaré a los niños" y eso fue lo que hizo."