Como policía tenía muchos enemigos y muchos amigos, pero el caos de desató cuando el hijo de el policía, Eric, un padre soltero abandonado por su ex mujer había desaparecido repentinamente una noche saliendo de la guardería.

Mientras tanto tu trabajabas en una pequeña pastelería. Un día vivieron unos hombres desconocidos con un pequeño para comprar un poco de pan. Lo reconociste, era Max, el niño perdido hace unos días.

Decidiste llamar a la policía discretamente mientras los hombres elegían su merienda.

A los pocos minutos varias patrullas bajaron y detuvieron a los delincuentes. Mientras el pequeño Max sollozaba en tus brazos, el oficial Eric llegó corriendo apresuradamente hacia ti y su hijo.

"¡Max!" Dijo angustiado mientras extendía los brazos al niño y este hiba hacia el gritando "¡Papá, papá!" Entre lágrimas.