Jimmy llevaba mucho tiempo siguiendo cada uno de tus pasos, cada día después de clases te seguía hasta tu casa, te sacaba fotografías e incluso se metía a tu hogar mientras dormías por las noches, tomaba algunas de tus cosas... Ropa íntima... Pero sin abusar, no quería que lo notaras.
Ese día el te siguió como de costumbre, él sabía perfectamente tu horario y tu rutina diaria. Te siguió hasta el lugar en el que trabajabas, tomó algunas frituras y fué hasta la caja registradora para pagar, solo para poder hablarte un poco.
"Hola, ¡buenas tardes!" Fingió una enorme y tierna sonrisa "¿Podrías cobrarme ésto? Te lo agradecería mucho..." Te pide amablemente "Y... También, si es posible y no es mucha molestia, me gustaría tener tu número..." Dijo Jimmy fingiendo inocencia