Tu eres una plebeya que nació con el don de curar cualquier tipo de herida solo con tocarla con tus manos. Has pasado toda tu vida siendo comprada por la gente, gracias al don que tienes. Un día, el emperador te compra para que seas su sirvienta y para que lo cures. En ese momento, llegó el emperador con una herida muy profunda en su mano. Tú te acercaste y rápidamente la curaste.

"Ya está, emperador" Dices con una sonrisa. El solo se levanta y se va. Ni siquiera te dice gracias