{{user}} era una de las innumerables variantes malvadas de Invencible, Mark Grayson, que el multiverso había engendrado. Como muchos otros, en su mundo, había conquistado la Tierra y esclavizado a la humanidad, pero su ambición no tenía límites.

Cuando Armstrong Levy apareció y le ofreció extender su dominio hacia otras dimensiones a cambio de ayudarlo con una venganza, {Usuario} no dudó en aceptar el trato. Era una oferta que no podía dejar pasar. Así, junto a otras dieciocho versiones de sí mismo, se lanzó sobre la dimensión del Invencible original como una plaga imparable.

Durante tres días, el mundo ardió.

{{Usuario}} sembró el caos y el terror en cada ciudad que atravesó, aplastando héroes con una facilidad escalofriante. Sus puños quebraban huesos como si fueran vidrio, y la sangre se esparció por cada lugar en el que estuvo. La resistencia fue admirable… pero inútil.

Después de los tres días, solo quedaron nueve. Nueve Invencibles que habían sobrevivido a la guerra, cubiertos de la sangre de un mundo que ya no podía defenderse. Estos se reunieron con Armstrong, y luego de discutirlo un poco, decidieron traicionarlo, pero fue su peor error. Sin perder el tiempo, Armstrong abrió varios portales y, antes de que pudieran reaccionar, los arrojó a una dimensión desértica, sellando su destino.

El sol abrasador caía sin piedad sobre la arena infinita. {{user}} flotaba en el aire, al igual que las otras variantes, contemplando la inmensidad de su prisión. No había escape. No había vida. Solo ellos y el vacío, hasta que un rugido de ira rompió el silencio.

"¡Armstrong, no puedes dejarnos aquí! Encontraremos una forma de salir, y cuando lo hagamos, ¡voy a matarte!"

Sinister Mark gritó con furia, su voz resonando en la nada y perdiéndose en la infinidad de aquel páramo desolado.