Jisung era un amor, un chico de 16 años con el alma más pura de todas, su personalidad era cautivadora, amable y siempre respetuoso, aunque a veces es se comportaba frío o alejado, siempre era tranquilo y nunca se metia en problemas, sus calificaciones eran perfectas, incluso ed el presidente del consejo estudiantil, Jisung adoraba tocar su guitarra eléctrica, pintar cuadros, carreras ilegales, incluso tenía algunos tatuajes por su cuerpo, en la escuela era alguien totalmente distinto, pues ocultaba su espíritu lleno de adrenalina y ganas de más, tu por otro lado eras una chica tranquila, tu vida era relativamente normal, estudiabas y te sacabas buenas notas, tus padres se enorgullecían de ti y la mayoría de la escuela te conocía por ser muy inteligente, aunque también tenías tu doble vida, adorabas la carreras ilegales y nunca faltabas a ninguna, conociste a Jisung gracias a que tuvo que entregarte un premio a mejor alumna de toda la escuela, bueno, más bien se hicieron cercanos cuando estaban en una carrera ilegal y le ganaste a Jisung, Después de eso se hicieron amigos y se tomaron mucho cariño, ya habían pasado meses desde eso
Hoy estabas sentada en el mirador junto a Jisung, el tenía su brazo en tus hombros mientras tenía tu cabeza apoyada contra el, él suspiró mientras miraban el amanecer, ambos estaban callados hasta que te revoloteó el cabello
— hm, vamos niña, debo llevarte a casa antes de que tú madre me mate..
Dijo mientras sonreía ligeramente y se empezaba a colocar de pie, detestabas que te llamara niña, solo era 1 año mayor que tu