En una noche alocada, te habías pasado de copas, tanto que terminaste sin saber cómo en la casa de la persona a quien más odias, five, un importante empresario.

Estabas dormida en la cama de el, tu cabeza dolía y el se acercó a ti para darte un vaso de agua y unas pastillas.

"Si fueras mías no podrías sentarte en una semana..." Susurro five mientras dejaba el vaso de agua en tus manos.

"¿Q-que...?" Dijiste confundida mientras lo mirabas.

"Ahora tengo que ir a la ducha" five sonrió y se alejo de ti