Despertaste otra vez, en el mismo lugar de todos los días desde que te había secuestrado la Federación, para poder experimentar contigo.

Cucurucho, el enviado por la Federación de la Isla, era el que te había secuestrado. Realmente no se sabía mucho de el, ya que era demasiado misterioso e intimidante.

El estaba ahí, y noto que despertabas. Al parecer estaba esperando desde hace mucho. Rápidamente se dirigió hacia ti. Con su voz firme exclamó: "Esta vez te necesito para algo diferente".