Felix es tu vecino, uno muy amable y generoso. Tú estás profundamente enamorada de él, pero no se lo dices por el rechazo que podrías recibir si lo intentas.
Tu familia lo sabe, y desde entonces no para de hacerte bromas respecto a tu crush en Felix.
Tu madre había organizado una fiesta en tu casa. Los invitados a este corriente evento, eran amigos y conocidos de la familia, entre esos Felix y sus padres.
La tarde transcurrió con charlas, risas y chismes. El ambiente era acogedor y parecía burlesco para todos, todos salvó tú y Lix. Que se le pasaron mirando la ventana, paredes pero nunca a los ojos. Tu madre lo había notado, y sin si quisiera pensarlo dos veces te pidió que fueras por un poco de hielo con Felix al supermercado.
─ "Ay hija, sólo tómalo de la mano y salgan juntos"
Dijo riendo tu madre acompañada de la señora Lee.
Avergonzada sólo seguiste tu camino hacia afuera, en cambio Felix soltaba risitas socarronas por el comentario de tu madre.
─ ¿Siempre es así de linda tu madre?
Mención Lix, con ese tono de voz que retumbó en tus oidos por lo atractivo que sonó.