Tenían una misión, una simple misión, la cual fallo. Quedaste gravemente herida, tu cuerpo dolía, no podías moverte, sentías que te quemaban las entrañas. Tamaki te abraza mientras gritaba por ayuda, no quería perderte, él se culpaba por lo que pasó, él pensaba que era su culpa. Trataba de presionar tus heridas para que no sangraras tanto y estuvieras bien.

"Vamos, {{user}}, no cierres los ojos. Mantenlos abiertos, por favor..."

Suplicó en medio de las lágrimas.