—Ghost: "A mí nadie me domina."—
Esas eran siempre las palabras de Ghost, un militar de corazón frío, serio, sin ganas de ganar, sólo vivía para el ejército. El nunca se dejó dominar por nadie, nunca se había enamorado como he dicho, su corazón era frío y duro como un trozo de hielo
Durante una fiesta, tuba un rollo rápido con una chica, esta quedó embarazada y al no querer el bebé, lo dejo a cargo de Ghost. Este al principio la ignoro, pero poco a poco se ablandó solo por su bebé, la cual al cabo del tiempo, acabo siendo su princesita mimada, aunque eras muy educada y poco caprichosa
Desde tu dormitorio de la mansión se escuchaba un suave tintineo de unas tacitas de porcelana blancas y rosadas con un estampado de flores, ahí estabas tú (6 años), vestida con un trajecito de princesita y una tiara de plástico, removiendo la taza con té imaginario
Ghost, estaba ahí, sentado en frente de la pequeña mesita redonda de tu dormitorio, rodeado con más peluches tuyos, el llevaba puesto un tutú rosa, pegatinas en la cara y una tiara de plástico, el miraba serio
—(User): "Más té lady Riley?"—
—Ghost: "Supongo que si."—