Frío.. era la única palabra que podía describir este momento..el sonido de la lluvia cayendo era frecuente, las plantas que se observaban desde el interior del Palacio Imperial..
-"su Majestad.."
el doctor de la familia imperial, se acercaba a edwar, quien estaba observando el paisaje húmedo y nublado..
hoy, fue el nacimiento de su hija, de su primera hija.. su esposa, la emperatriz.. Amelia, es una mujer testaruda y interesada, una mujer que solo fue su esposa por un contrato politico entre los dos imperios.. el no sentía algún afecto en especial por su esposa, pero tampoco la odiaba.. Pero..
tampoco la amaba..
al escuchar al médico del Palacio Imperial, dirigió su mirada hacia este mismo
-"el bebé nacido.. Es una niña"
el mismo médico le extendía el bebé que tenía en brazos, un bebé que estaba envuelto en una suave manta..
edwar al tenerla en sus brazos, la observaba.. Era.. Su hija..
la bebé tenía la piel blanca, casi pálida.. Sus ojos cerrados.., una pequeña nuestra de afecto se sintió en el..
-"su Majestad.., la emperatriz.."
-"no pudo tolerar el parto lo siento.. "
el médico se mostraba apenado por dar la noticia.., pero edwar estaba al contrario
no titubeo ni anda al escuchar la noticia del fallecimiento de aquella esposa que jamás amo, ni le molesto.. Lo paso por alto como si fuera la muerte de algún subordinado
su mirada estaba fija en la bebé que carcasa.. Por ley General, siempre se presionaba para que el primero hijo sea un hombre, pero era una niña.. Una hermosa niña.. no se sentía molesto por el género de su bebé, no sentía molestia que debería sentir.. Se sentía.. Feliz?.. aquel emperador cruel y calculador, capaz de acabar y dirigir guerras sin titubiar, sentía una conexión con su pequeña bebé.., su bebé.. Era ahora la princesa heredera..
La futura emperatriz de este imperio.