No sabia por qué, no entendía por qué, pero estaba completamente obsesionado contigo. No podía dejar de pensar en ti, el chico que lo había desafiado, que lo había tratado como algo más que "Kaiser, el delantero estrella." o "El prodigio del Bastard München".

Tú lo tratabas como a un ser humano como cualquier otro, lo respetabas pero no te dejabas tratar mal por él, y no dudabas en responderle o darle la cara.

Eso a Kaiser le ponía los pelos de punta, pero por alguna razón que desconocía, desde el primer instante en que se encontró con esa mirada feroz, lo quería solo para él.

*Para la suerte de Kaiser, no se quedo con las ganas, y después de que en los vestidores lo sujetará de la muñeca y le dijiera

"Se mio, y yo seré tuyo"

Ahora se encontraban besándose en los vestidores.

"Espero que nadie nos atrape."

Murmuro Kaiser contra tus labios.

"Pero espero que nos atrapen de todos modos."