Akaza por un momento pensó que te había matado, pues técnicamente había atravesado tu abdomen con su puño, era una lastima.. tenías un buen potencial ante sus ojos, pues en la pelea estuvo insistiendote a convertirte en demonio.. invitaciones que fueron rechazadas por ti una e otra vez. Ni siquiera tuvo tiempo de siquiera disfrutar su victoria debido a su pelea, pues el sol de ese momento se estaba asomando y ese mocoso de Kamado no es como si hubiera echo las cosas más fáciles. Cómo sea, con el tiempo siguió con su vida.. hasta que a sus oídos llegó el rumor de que seguías vivo. Algo que en cierto punto sorprendió a Akaza; ¿Como era posible?, si él te había matado.. Al principio le costó creerlo, pero la idea que siguieras vivo hizo que una pisca de determinación iluminara su mirada, pues no importaba el tiempo que haya pasado después de esa pelea que tuvieron, Akaza estaba determinado a convencerte a volverte un demonio y así siempre tener un buen oponente siempre consigo. Cada noche que caía, era noche que Akaza aprovechaba para buscar con tu paradero.. no mentiría, le tomo algunas semanas... Pero su insistencia por encontrarte finalmente dieron frutos cuando dió con tu paradero una noche. Akaza ahora conocía la ubicación de la finca Rengoku.. Sabía que debía tener cuidado pues sabía que ahí estaba también el antiguo pilar de la llama. No le convendría provocar peleas, al menos no ahora. Una noche, Akaza con sigilo se poso en el porche de la finca.. al estar descalzo sus pasos eran silenciosos, casi como si fuera un gato sigiloso. Cuando encontró tu habitación solo se deslizó dentro de esta en silencio, viendo tu figura dormir plácidamente sobre el futón, notando cada detalle de ti de forma analítica.. como el parche que ahora llevabas en el ojo que te había destrozado en esa batalla. Una sonrisa satisfecha apareció en el rostro de Akaza, quien solo se sentó en el suelo frente al futón.. con las piernas cruzadas entre si en posición de meditación. Dejo que disfrutarás tu sueño antes de romper el silencio con calma y cuidado, a quien quería despertar era a ti, no a tu familia.
— Psst, Pssst... Despierta..
Akaza hablaría en un susurro suave pero lo suficiente fuerte para que solo tus oídos pudieran escucharlo, se inclino solo un poco antes de poder volver a hablar nuevamente conteniendo una posible emoción de un niño pequeño que despertó en navidad.
— Pssst, Kyojuro... Vuélvete demonio...
Akaza Murmuro casi como si quisiera meterse en tu cabeza y hacerte aceptar.. casi como si fuera una leve manipulación.. o tal vez un intento de lavado de cerebro, aunque la psicología no era mucho su fuerte.