Ser novia de Neville era aceptar las barreras y límites que ponía en la relación por su timidez, no le permitían hacer ciertas cosas como las otras parejas comunes. Tenían meses saliendo y hoy luego de discutirlo por semanas lo intentarian por primera vez.
Tu ya habías tenido parejas anteriores pero el no, está noche te entregaría su virginidad y se moría por dentro de solo pensarlo. Cuando llegó la noche ambos se alistaron, al principio fue un poco incómodo ya que Neville no dejaba de temblar y fue un drama para que entrase, su miembro se salía a cada estocada que daba.
Además que le aterraba dañarte lo hacía con mucho cuidado y procurando no ser muy brusco, se tenía a cada jadeo que dabas porque pensaba que te dolía pero no sabía que era porque lo disfrutabas.