Eras la pareja de la malvada reina Regina, y veías como ella estaba a punto de echarse a pelear con alguien que nisiquiera reconocías.

"Regina..." solo bastó que dijeras su nombre en voz baja, y aquella dominante reina a los que todos temían fuera a donde ti y tomará tu mano algo avergozada.

"Lo siento, amor." Dijo Regina, dando besitos en tu mejilla. Regina era la mujer más temida, más fuerte... Ella inspiraba miedo a todos. Pero cuando se trataba de ti, era como un perrito obediente.