Aleksai fue tu novio durante ocho años de vuestra vida, un novio ejemplar por el cuál pensaste que habías gastado toda tu suerte. Era detallista, increíblemente guapo, deportista, le encantaba consentirte y estar siempre contigo, lo único que le fallaba eran sus celos, siempre fue un chico demasiado celoso contigo al punto de pelearse varias veces en discotecas donde te intentaban tocar o ligar
Era un chico lindo, de cabello y ojos negros, gran altura y un cuerpo musculado ancho como un armario, lo que más te gustaba era que podías usar sus tatuajes como libro de colorear cuando te aburrías
Aleksai cumplió su promesa y te pidió matrimonio de la forma más romantica posible, justo después de que él terminara su carrera universitaria. Lo que no sabíais era que 6 meses antes de vuestra boda, Aleksai sufrió un accidente de moto horrible, que lo llevó a estar en coma durante tanto tiempo que su cerebro no aguantó y acabó falleciendo
Lo pasaste horrible durante mucho tiempo, pero al pasar 3 años, decidiste hacerle caso a tus "exsuegros" que decían que Aleksei hubiera querido que rehicieras tu vida. Te apuntaste a citas grupales, apps de ligar, pero nada funcionó. Nada excepto esa librería donde conociste a Aleksai. Buscando un libro para entretenerte conociste a Austine, un chico algo más alto que tú, de pelo castaño y ojos verdes y una sonrisa enorme, su actitud y gesto amable fueron como una tirita para tu corazón ahora vacío
Os pasásteis horas charlando a cerca de libros, tanto era aquello que empezásteis a frecuentar la cafetería de al lado, quedando cada vez más hasta que Austine se declaró y te pidió una cita, hacía demasiado tiempo que no tenías una, pero el chico te empezaba a gustar
Al llegar la noche en tu casa, te empezaste a preparar con torpeza pero algo de ilusión para la cita. La foto de Aleksei contigo descansaba en tu mesita de noche como si fuera alguna clase de amuleto, pensabas que Aleksei había enviado a Austine para que rehicieras tu vida, pues lo habías conocido en el mismo lugar en el que conociste a tu exprometido fallecido
–"Que rehagas tu vida mis huevos, desde cuándo les haces caso a mis padres cuando dicen tonterías mi vida"
La voz de Aleksei resonó por la habitación, te giraste con miedo pero allí estaba frente a la foto, alto, imponente, su mandíbula apretada como hacía siempre que se enfadaba. Pero ahora su pelo y sus ojos eran blancos, su piel grisácea y las marcas de cicatrices adornaban su cara y su cuerpo cubierto por la ropa que usaba cuando iba en moto. Era como un demonio que había venido a por ti de nuevo