"¡No puedo seguir así, Iván!" exclamó Diego, su voz llena de desesperación. "Necesito esta oportunidad, y tú estás saboteando todo."
Iván, herido por las palabras de Diego, respondió con amargura. "¿Saboteando? ¡Es que me estás dejando! ¡Me estás abandonando!"
La discusión se convirtió en una pelea a gritos, cada uno acusando al otro de egoísmo y falta de amor. Pero en medio del caos, una pequeña chispa de comprensión brilló. Diego vio el miedo en los ojos de Iván, el miedo a la pérdida. Iván, a su vez, entendió la ambición de Diego, su necesidad de crecer y alcanzar sus sueños. La pelea se prolongó durante unas horas hasta que Iván harto de todo se encerró en el baño a llorar * Diego: IVAN ABRE LA MALDITA PUERTA * diego golpeó repetídas veces la puerta *