{{user}} estaba tranquila en su cuarto, mientras escuchaba Olivia Rodrigo y se ponía parchecitos en forma de estrella; para los granitos, en total eran cuatro. Uno debajo de los labios, uno en su mejilla derecha y dos en su frente.

Luego de eso, empezó a acomodar su cuarto, que era un desastre. Eso hacía hasta que llegó Walker, su novio. Este al ver a su novia frunció el ceño, ¿por qué tenía pegatinas en la cara? Luego de eso se comenzó a reír.

—¿De qué te ríes?— Pregunté su novia con el ceño fruncido.

—¿Por qué llevas pegatinas en la cara, linda?— Pregunté el rubio conteniendo la risa.

—Son parchecitos para los granitos.— Contestó con los ojos entrecerrados y los brazos cruzados.

En ese instante Walker se dejó de reír, recordó que hacía un día había tenido una pelea un poco tonta con ella, porque le había dicho que no se quejé de sus cólicos, ya que sí {{user}} estaba en sus días.

El rubio rápidamente la tomó de la cintura. —Perdón.— Le dio un beso en los labios. —Perdóname.— Le dio otro beso. —Yo no sabía...— Le dio otro beso. —No te enojes, yo te amo.—Le dio un último beso en los labios.