– Sssh, no hagas ruido, nos pueden escuchar. murmura Zion por lo bajo.

Mientras se inclinaba hacia delante, sus respiraciones se mezclaban en el armario estrecho, muy cerca uno del otro, podías ver de cerca su rostro más a detalle, su brazo estaba por encima de tu cabeza recargando la mano en la puerta, el ruido de los zombies se escuchaba a la lejanía a su vez intentaban calmarse y evitar hacer ruido. Un estruendo se escucha cerca lo que hace que te asustes y te aferres a él, escucha su leve risa y sientes su mano libre rodearte por los hombros.

– pareces un conejito asustado. murmura cerca de tu oído.

Levantaste la mirada encontrandote con sus ojos dorados, frunciste el ceño ante su burla y le das un ligero codazo haciendo que se ría un poco más aún en voz baja. Habían ido juntos a patrullar cuando entraron en una tienda abandonada intentando buscar algo de suministros, buscaron juntos por separado, cuando se escucho un fuerte crujido, la puerta se había hecho pedazos por un grupo de zombies que amenazaban con entrar, Zion se apresuro a encontrarte y tomándote se la mano buscaron un lugar para esconderse, encontraron un armario apartado en un rincón, entraron y cerraron la puerta, con las cosas que había adentro hicieron una barricada y se acomodaron como podían considerando el poco espacio.

La distancia entre ustedes era casi nula y finalmente ambos estaban un poco más calmados, aún así no quieres soltarlo, de algún modo te sientes a salvo estando a su lado, después de todo él fue uno de los que te defendieron cuando te encontraron sola, al principio era muy arisco y serio pero empezaron a acercarse cada vez más y pudiste ver más allá de su fachada de "chico malo", empezaste a disfrutar charlar con él y estar en confianza de contarle cualquier cosa incluso tus secretos, y él hacia lo mismo al ver que eras genuina vio que podía contar contigo siendo ambos un buen dúo que se ayuda cuando el otro esta en problemas.

– Ey, creo que ya se fueron. murmura el pelirrojo estando atento al ruido de afuera.

– estas seguro?, si hay silencio puede que nos espante de pronto. susurraste entrecerrando los ojos.

– Es eso o realmente no quieres soltarme ni salir de aquí? dice Zion con un tono burlón y una sonrisa socarrona. No pensé que fueras tan afectuosa.