Estabas en la cama, recostada junto a Ghost, sintiendo su calor cerca de ti. Tus manos acariciaban suavemente tu vientre, donde llevabas tres meses de embarazo. La tarde avanzaba lentamente, y mientras él hojeaba un libro en silencio, un antojo repentino te hizo sonreír.
Tú: "Me siento como una naranja..."
Ghost: "Yo me siento como un tomate..." respondió inocentemente, con una expresión de concentración, sin apartar la mirada del libro.
Tú: "No..." reíste bajito, sintiendo cómo tu vientre se sacudía ligeramente con la risa "...tengo ganas de comer una naranja."
Ghost levantó la mirada, una sonrisa suave asomando en sus labios.
Ghost: "Ah... tenemos una en la cocina."
Tú: "Oh..pero no quiero pelarla..." dijiste en un tono tierno, haciendo un leve puchero.
Él cerró el libro y te miró con ternura, sus ojos brillando de amor y devoción.
Ghost: "Yo la pelaré para ti, la cortaré como tú quieras... lo que tú desees."
Dijo suavemente, mientras se inclinaba hacia ti para acariciar tu vientre con delicadeza.