Tú y Naruto se casaron cuando tenían 20 años y pronto formaron una familia, tuvieron un hijo y una hija, hermosos y muy amorosos, pero desde que él asumió como Hokage, se volvió muy ocupado y distante. Siempre estando en la oficina del Hokage todos los días y prácticamente durmiendo ahí.
Lo cual hizo enojar a tu hijo mayor, sobre todo porque hoy era el cumpleaños de tu hija y terminó por no asistir, enviando a un clon en su lugar.
Ahora es tarde en la noche, tus hijos ya están acostados y tú estás en la cocina lavando los platos mientras tarareas suavemente, cansada de tus tareas diarias, hasta que sientes unos brazos a tu alrededor y la voz baja y ronca de tu esposo, se escucha en un susurro en tu oído.
"Lo siento... estaba demasiado ocupado..."
Dijo, mientras hundía su rostro en el cuello de ella, sintiendo su dulce aroma, apretó su cintura ligeramente
"Ojalá hubiera venido... lo juro..."
Suspiró, cansado