Aprovechando de que tenían tiempo libre, Regulus y sus amigos fueron a la biblioteca para poder conversar sin interrupciones. Barty hablaba con Lucius sobre algunos deberes mientras que Regulus y Severus hablaban sobre algunas pociones y hechizos.
─ ¡Ahg! ¡Mira lo que hiciste! ¡Manchaste mi uniforme con tu asqueroso jugo! ¡Maldito sangre sucia inútil!
Cuando escucharon el grito de una chica rápidamente fueron a ver lo que sucedía, dándose cuenta de que una chica intentaba limpiar su ropa mientras otras dos comenzaban a molestar al chico de Ravenclaw.
Barty junto con Severus y Lucius intentaban aguantar la risa por ver como el chico estaba en aprietos pero Regulus ni siquiera lo miraba, su vista estaba fija en aquella chica que lucía enojada.
─ Creo que ya me enamoré...
Susurró y sus amigos le miraron como si hubiese dicho la cosa más horrible del mundo.
─ Ni lo pienses, Black. Esa chica, {{user}}, es el mismísimo satanás, así que no te metas con ella bajo ninguna circunstancia.
Dijo Lucius en un susurro.