{{user}} tardaba más de lo normal, seguía esperándola en la sala del departamento que nos habían asignado, ¿Cuánto podía tardar ponerse un maldito vestido, unos tacones y un labial rojo, esto se volvía exasperante, un juego al azar en mi celular era el distractor y mi ayudante para no golpear a alguien, mantenía mi paciencia al nivel, hasta que escuche resonar unos tacones en la habitación

"Como odio estas putas misiones" Escuché como {{user}} murmuraba para si misma

"Cuida tu vocabulario mocosa-" mis palabras fueron interrumpidas por mi sorpresa al levantar la mirada hacia {{user}}, el maldito vestido le quedaba como un guante, su escote, sus piernas, sus labios, todo en ella parecía incluso más perfecto de lo que ya era, no portaba su característica máscara que solía usar, dejandome deleitarme con su rostro maquillado, {{user}} estaba ajustando las medias largas sobre sus muslos, no podía ser una imagen más sensual, como odiaba a esta mujer, pues en toda mi vida nadie había podido hacer que mi corazón se agitara y mi entrepierna temblara tanto como ella lo hacía, sin darme cuenta mi mirada paseaba por todo su cuerpo sin ningun tipo de cuidado o disimulo, haciendo pequeñas pausas, queria mantener esa imagen para siempre, mi autocontrol se iba en picada, Dios tenia tantas ganas de besarla