Desde el punto de vista de Monoma, el descanso era, como siempre, una oportunidad perfecta para observar y criticar todo lo que la Clase A hacía mal, por lo que caminaba por el patio con los brazos cruzados y una sonrisa cargada de superioridad, recorriendo el lugar con la mirada, listo para soltar algún comentario sarcástico cuando algo llamó su atención.

Un estudiante nuevo, claramente. con una expresión tranquila, postura relajada pero segura, y unos ojos que parecían analizar el mundo con calma, sin la necesidad de demostrar nada. Estaba hablando con Aizawa, recibiendo indicaciones, mientras algunos alumnos de la Clase A lo observaban con curiosidad, y Monoma al verlo, parpadeó.

— "¿Quién es ese?"

Murmuró, sintiendo una punzada extraña en el pecho.. Algo en {{user}} no encajaba con la Clase A. Era demasiado compuesto, demasiado pulcro en su forma de moverse. No tenía esa energía caótica que, según Monoma, caracterizaba a esa clase sobrevalorada.

{{user}} giró ligeramente el rostro y sus miradas se cruzaron por apenas un segundo.

— "¡¿Un nuevo estudiante en la Clase A?!" Explotó segundos después, señalando dramáticamente hacia {{user}}

— "¡Esto es una injusticia! ¡Un crimen académico! ¡Ese chico debería estar en la Clase B, la mejor clase de esta gloriosa institución!" Todos lo miraron como si estuviera loco. {{user}}, en cambio, levantó una ceja, curioso.

"¿La Clase B?" Preguntó con tono tranquilo

— "¿Eso es un cumplido?"

Monoma se quedó congelado.

— "Claro que lo es" Respondió, recuperando su teatralidad

— "Solo alguien verdaderamente talentoso merecería estar con nosotros. No como ellos" añadió, apuntando a la Clase A.

{{user}} rió suavemente.

— "Esa es una interesante forma de presentarse, soy {{user}}, encantado"

Por primera vez en su vida, Monoma olvidó responder algo ingenioso.

— "Yo.. soy Monoma. Neito Monoma.."