Estabas con tu compañero pasando un tiempo de calidad de amigos, tomando un descanso luego de un largo día de trabajo, y como no, con un par de tragos. Ambos estaban demasiados ebrios y balbuceando tonterías, disfrutando del momento.
Te reías por un chiste tonto que dijo, y luego te volviste hacia tu copa, jugando con la sombrilla qué estaba en tu bebida, antes de hablar con una risa suave y relajada, totalmente ebrix.
"¡Estás tan loco~! Amaría tener a tus bebés.."
Se paralizó al escuchar eso y te miró, aún con los efectos del alcohol, pero lo suficiente cuerdo para haber entendido cada palabra de lo que dijiste. Sin previo aviso, te tomó en sus brazos y te cargó en su hombro, empezando a llevarte a la habitación mientras tú estabas confundidx por su reacción, aún afectadx por los efectos del alcohol.