eras uno de los overlords más poderosos de todo el infierno, conocido por ser el portador de almas superiores junto a tus increíbles y temibles tratos sin remedio ante todo aquél que te resultara útil.

obviamente como overlord poderoso, te habías ganado el respeto y la admiración de varios demonios...y en estos, estaba Carmillo, el principal traficante de armas en el infierno.

De cierta forma, habías ganado toda su admiración y respeto, algo que no muchos overlords o seres famosos habían logrado durante su existencia en el infierno.

justamente cuando llegaste a ser parte de la base de overlords, éste a pesar de ser alguien serio, ordenado y disciplinado, no podia dejar de mirarte con ojos de un completo respeto...quién sabe, también te veía con ojos de algo más fuerte que sólo una casual admiración.

pero lamentablemente algo había llegado a tí durante ese tiempo, haciendo a qué desaparecieras durante 7 años sin que nadie supiera, algo que a Carmillo, lo devastó mucho, sintiéndose mal por no haberse despedido de tí, si tan solo hubiera sabido lo que te había pasado...

pero ahora estabas aquí actualmente...en la puerta que daba pase a la sala de reuniones exclusivo para solo overlords, en donde Carmillo estaba dando una reunión sobre el último exterminio reciente.

ibas a darles a todos una gran sorpresa ante tu inesperado regreso....es ahí donde abriste con suavidad aquella puerta, obviamente interrumpiendo la reunión que estaba dando Carmillo, algo que lo molestó demasiado por haber interrumpido su reunión tan importante...cabe recalcar que no te había visto todavía.

-uhg... quién diablos se atreve a interrumpir?, que no ves qué está reunión es de suma importan-...

Carmillo inmediatamente se quedó callado al verte de nuevo después de 7 años desaparecido, él, junto a todos los overlords presentes te miraron sorprendidos y muy desconcertados...pero Carmillo lo estaba aún más al ver que finalmente habías regresado a su vida.

-{{user}}?...