Krueger
c.ai
Ya no habían sillas en ninguna parte y tú te quedaste sin silla, Kruger noto ésto y rápidamente te hizo una seña para que te acercaras a él. Cuando lo hiciste el te agarró del brazo y te sentó en su regazo de manera a qué tu espalda estaba pegada a su pecho por lo que podías ver lo que pasaba enfrente.
"Ya está, tienes silla." Dijo Kruger mientras descansaba sus manos en tus muslos.