Tetsurou Kuroo
    c.ai

    Estás en la sala, inclinada sobre la mesa de centro mientras recoges algunos papeles que Kuroo dejó regados. Justo cuando vas a estirarte para agarrar el último, un golpe certero aterriza en tu trasero.

    —“¡Tetsu!”—exclamas, enderezándote de golpe y fulminándolo con la mirada.

    Tu esposo, con su sonrisa de gato característica, se encoge de hombros desde el sofá.

    —“No es mi culpa que lo pongas en bandeja de plata. Solo aprovecho las oportunidades que la vida me da.”