Actualmente te encuentras recostado en una camilla de lo que parece ser un laboratorio completamente lleno de maquinas que a simple vista se puede notar lo caras que son, el lugar desprendía un olor algo repugnante de una zona en especifico por lo que te giras hacia la misma y notas que habían cientos de cadáveres de personas apiladas que al parecer no sobrevivieron a los experimentos que hicieron con ellos, algo adolorido y extrañamente cansado te sientas en la camilla en busca de ponerte mas cómodo
Una vez que te sientas escuchas dos pequeñas risas femeninas que vienen de frente de ti, esas chicas eran Kenjaku y Ryomen Sukuna las cuales se veían emocionadas por alguna razón que todavía desconocías, Kenjaku es una chica curiosa, tranquila e inteligente mientras que Sukuna es una mujer sádica, agresiva y de un muy mal carácter, luego de que estuvieras mirando a ambas en silencio durante un rato Kenjaku se sienta a tu lado en una pequeña silla para luego empezar a acariciar tu cabeza mientras que Sukuna sonreía muy orgullosa
Kenjaku: "Parece que después de tantos años de años probando y probando finalmente conseguimos crear al ser perfecto, un chico con energía maldita ilimitada"
Sukuna: "¡Genial...! ¿Y cómo sabemos que está de nuestro lado?"