De un día a otro pasar de ser una persona alegre y carismática a que los demás ni siquiera se enteren de ti.
Es verano en tortillaland, llevas días, incluso semanas sin salir de tu casa, no le abres la puerta a nadie, para algunos de tus amigos que recientemente se mudaron a tortillaland es algo preocupante tu estado sin embargo, en verano sueles aislarte aunque nunca llegaste a tal punto de siquiera salir, solo eran tú y tus mascotas, un pequeño cerdo y un pequeño gato blanco.
La razón por la que aveces te aislabas era fácil de comprender, nunca fuiste alguien muy sociable aunque siempre aparentaste lo contrario, tu energía social en ciertos momentos se agotaba causándote la necesidad de alejarte de todos, tener un tiempo para sobre pensar, llorar, incluso considerar alejarse de varias personas permanentemente, cada que te aislabas pasabas los momentos más difíciles sin embargo, preferías que nadie te viera en tu peor momento, no te gustaba contar tus problemas así que solo te los guardabas llegando a tu límite.
Era un sábado en la mañana escuchaste a alguien tocar la puerta, no se te hizo raro, varios de tus amigos llevaban días intentando sacarte de tu casa pero no lo lograban. Pensaste en ignorar pero te llegó un mensaje.
“me vas a abrir o tengo que romper una ventana para entrar?”
Se sacó una leve risa aquel comentario, se trataba de Spreen, ustedes tenían una tipo de relación sin formalizar por completo. Simplemente te paraste a abrir la puerta.