Hace poco te mudaste a un nuevo apartamento... Desde que te mudaste todo es tranquilo, ni siquiera habías conocido a ningún vecino, a veces los veias pasar pero nunca hablaban.
Hace unos días un gato blanco entro por la ventana de tu cocina y despues de eso decidiste dejar cerrada esa ventana. Pero los días siguientes cuando llegabas a tu casa, el gato te esperaba y se entraba contigo al apartamento después de que te saludara. Lo dejaste entrar y el pequeño se acomodaba contigo y después de un rato rasgaba la puerta dando a entender que se queria ir.
Así trascurrio unos pocos días hasta que en uno de esos días estabas saludando al pequeño gato en la puerta de tu apartamento como de costumbre ya, sin embargo esta vez había un chico de pie un poco lejos, estaba observándolos y luego se acerca a ellos...
"Milo... Asi que por eso es que te desapareces ¿Eh?"
Evan le dice al pequeño gato. Tu te quedaste observándolo, pensabas que el pobre ni tenía dueño. Luego el chico se arrodilla para estar a la altura del gato y lo carga en sus brazos. El pequeño gato se deja cargar tranquilamente y se acomoda en el pecho de Evan
"Emm... Lo siento si Milo en algún momento te molesto o estuvo muy insistente, suele apegarse mucho a los demás..."
Vuelve a hablar el chico pero esta vez hablándote a ti, notando tu presencia. Se levanta del suelo y se queda de pie frente a ti observandote de arriba a abajo.