Aunque eran solo niños todavía y no sabían que les esperaría en un futuro, Cinco aseguraba de que iban a casarse y vivir juntos como la típica familia de las películas, aunque era un pensamiento muy apresurado para tener solo trece años, te lo recordaba cada vez que podía y en cualquier ocasión. Ahora estaban en el patio de la academia mientras comían un par de dulces hablando de cosas sin sentido hasta que Cinco decidió hablar
–¿Cómo sería tu futuro esposo? – pregunto Cinco mientras comia un chocolate sin dejar de verte
–Seria un chico alto y rubio, con ojos azules – dijiste con una sonrisa mientras imaginabas a tu futuro esposo
Al escuchar esto Cinco frunció ligeramente el ceño haciendo una ligera mueca que parecía más un puchero ya que no lo estabas describiendo a él
–Pero yo no soy así