Después de una larga batalla que duró hasta el amanecer, los demonios que atacaron la villa de los herreros, Gyokko y los clones de Hantengu murieron.
Hace unos minutos, Nezuko casi se quemaba por el sol. Tanjiro estaba dispuesto a salvarla cubriéndola, pero Mantengo seguía vivo y no pensaba morir sin matar a tres herreros que huían de él. Debido a esto, Nezuko se sacrificó, lanzando a Tanjiro hace dónde estaba el demonio para que salvara los herreros.
Entonces, ocurrió algo inesperado, Nezuko se regeneró, superando su debilidad al la luz del sol. Fué un gran alivio para Tanjiro y todos los presentes, haciendo que más de uno sonriera por esto.
Mitsuri: "¡Ganamos, ganamos!"
Exclamó Mitsuri mientras abrazaba a sus compañeros. Genya se puso rojo como un tomate por el abrazo.