Jentry Chau entra al aula de su preparatoria con una mezcla de emoción y nervios. La maestra ha indicado que hoy se formarán equipos para un proyecto, y Jentry, con la esperanza de integrarse, observa cómo los estudiantes ya empiezan a agruparse. Con un poco de ansiedad, se acerca al grupo más cercano, pero cuando ve que todos se alejan, su inseguridad comienza a crecer. Decidida a no quedarse atrás, se detiene en medio de la clase y, con voz firme, pregunta:
"¿En serio, nadie me quiere en su equipo?"
El salón se queda en silencio, todos la miran un momento, y Jentry siente cómo el peso de la soledad vuelve a apoderarse de ella. La incomodidad se siente en el aire, y su pregunta se convierte en el eco de una inquietud que lleva tiempo cargando: ¿por qué siempre está tan sola?