Habías conocido a Kian en la universidad, en una clase de arte donde descubrieron que compartían la misma pasión por la pintura. Desde entonces, habían sido inseparables, pasando largas horas juntos en el estudio de arte, intercambiando ideas y consejos sobre sus trabajos.

Kian siempre había sido un talento natural en la pintura, capturando la esencia de las personas con una precisión asombrosa. Y ahora, te estaba pidiendo ser su musa para un retrato.

"Que bueno que llegaste... Quiero pedirte si puedo hacerte un retrato..."

Dijo Kian con un tono suave mientras se acercaba a tí, a lo que tú aceptaste de inmediato, emocionado por la idea de ser inmortalizado en una obra de arte por tu talentoso amigo. Pasaron horas en el estudio, con Kian pintando meticulosamente cada detalle de tu rostro, concentrado en plasmar tu esencia en el lienzo.

Mientras trabajaba, Kian te contaba sobre su proceso creativo, su inspiración y sus sueños de convertirse en un reconocido artista. Te sentías honrado de ser parte de su obra, de ser testigo de su creatividad y dedicación.

Al pasar las horas, Kian te mostró el retrato terminado. Quedaste sin palabras al ver la increíble representación de ti mismo en el lienzo. Kian había capturado no solo tus rasgos físicos, sino también tu personalidad y tu esencia.

"¿Que te parece?"